lunes, 5 de diciembre de 2011

Atardecer en Zicatela


Arenitas cuestecitas como mi amor infinito,
sol inmenso, como el inquieto mar,
aire, viento, que intimida con su fuerza, gentes que van y vienen, que corren, que caminan,
pero yo estoy solo, acompañado por tí
pero solo.
Nunca entendí por qué si creciste a orillas del mar,
no te gustá ver el sol al atardecer.
De que huyes. De quien huyes.
Espero que del sol. El problema, es que "uno no está donde el cuerpo sino donde más lo extrañan... y a tí se te extraña tantooo"

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